estudio b76

LA CASA BATLLÓ O UN DRAGÓN ACUÁTICO EN EL PASEO DE GRACIA

Pues para empezar esto solo podía suceder en la Barcelona de principios del XX, rica, industriosa y moderna, muy moderna, abierta y libre, creativa, ambiciosa y con unas ganas locas de experimentar; pero además, para que esta potencialidad se materializara debían juntarse dos figuras fundamentales en la historia artística de la humanidad, el artista y el mecenas, Gaudí y Batlló.

Sin duda, para afrontar un proyecto como la Casa Batlló ambos debían compartir una cierta falta de cordura, aunque se ve que no la suficiente para impedir que el segundo dirigiera una rentable industria textil y que el primero, como arquitecto, llegara a sacrificar la racionalidad funcional y estructural de sus edificios en favor de su “desmadre” creativo, cosa que jamás hizo.

Gaudí no es Gaudí por sus florituras delirantes, sino porque estas responden no solo a una capacidad creativa inigualable sino que además y sobretodo son piel de una esencia estructural, funcional y ergonómica profundamente racional; sus espacios, la luz que los recorre y sus proporciones son esencialmente humanas y habitables.

El conocimiento constructivo de Antoni Gaudí es intrínseco a sus diseños. Desde su infancia, en el taller familiar de calderería de cobre, aprendió el sentido racional de las formas ergonómicas tridimensionales y de cómo ejecutarlas. ¿A alguien sensato se le hubiera ocurrido construir una olla cúbica?

arquitectura casa batllo gaudi

La Casa Batlló, ese dragón acuático, es esencia pura de su creador. Es un edificio funcionalmente intachable, pensado como casa burguesa de su promotor en la Planta Noble con acceso independiente y viviendas de alquiler en el resto de plantas, un bajo cubierta para el servicio, una planta baja como local comercial y cocheras y un sótano como almacén y carbonera.

arquitectura casa batllo gaudi

La Casa se estructura entorno a dos patios, tradicional en las casas del ensamble de Barcelona, que Gaudí convierte en uno solo con la escalera principal del edificio discurriendo en el centro. Revestido el patio de piezas cerámicas en un juego de color que evoluciona del claro al oscuro según ascendemos, en un perfecto equilibrio entre ajuste lumínico, estética y sueño onírico: escamas, olas, peces, espacio acuoso visto a través de los vidrios de sus barandillas… un patio que por primera vez se cubre con una estructura metálica y acristalada, controlando la luz y ventilación de todas las viviendas.

arquitectura casa batllo gaudi

Todo el edificio es un fluir continuo, desde su acceso en planta baja hasta el remate escamado de su cubierta; por sus escaleras sinuosas se eleva la columna vertebral del gran dragón, su piel interna está dibujada en el revoco de toda la vivienda.

arquitectura casa batllo gaudi

El fluir del dragón mueve las olas, que se dibujan en el salón del Sr. Batlló, entorno a una maravillosa lámpara, tal vez el ojo del inmenso reptil.

arquitectura casa batllo gaudi

En el patio trasero y en su cubierta, la piel exterior se muestra en toda su riqueza, vivos colores como solo la rica naturaleza nos ofrece y Gaudí nos muestra sin complejos convirtiéndolos en arquitectura para el disfrute de todos los que tenemos la suerte de visitar su obra.

arquitectura casa batllo gaudi

arquitectura casa batllo gaudi

Pero su obra no es ajena a su entorno y a su respeto por los edificios colindantes, especialmente con la Casa Amatller, situado a su izquierda, construido por el también modernista Josep Puig i Cadafalch y cuya altura menor respeta Gaudí separando la torre de remate de su Casa Batlló. Hay una continuidad de cornisas que conecta ambos edificios de la famosa “manzana de la discordia”, como gesto urbano de que la tal discordia no era más que una sana competencia creativa.

arquitectura casa batllo gaudi

Desde Estudio b76 queremos agradecer al equipo de gestión de Casa Batlló SLU. su magnífica labor al frente de esta obra arquitectónica, Patrimonio de la Humanidad, que conservan a la perfección y en la que consiguen que la presión que los visitantes ejercemos sobre ella no dañe ni reste magia a tan emblemática pieza de arte.

Compartir