Vincci hoteles ha confiado en el diseño y la capacidad conceptual de Estudio b76 para la transformación de su salón del Hotel Vía 66, en un Gastrobar acogedor de día y estimulante de noche: El Burlesque lo llaman, asomado a los teatros de Musical de la Gran Vía Madrileña.
Un espacio donde sentirse cómodo para leer, charlar y alternar, disfrutando de su sugerente carta de cocteles y bocados apetecibles.
El concepto decorativo de Estudio b76 conecta directamente con un ambiente Art déco. Nos envuelven tonos cálidos, dorados y negros y embocaduras de ventanas y moldurados del techo en madera de roble. Espejos bronce, papeles de Dolz Collection, textiles de LaMadrid, alfombras de J&T BCN y paneles acústicos en color mostaza de Ecophon, terminan de definir el rico vestido de este espacio singular.
Al fondo del salón está la barra y su botellero elíptico de costillas verticales latonadas y cristales texturados de Secrisa, es el alma productiva de este pequeño y coqueto salón gastrobar. El frente de la barra está construido con finas estructuras diagonales negras retroiluminadas en contraste con el papel dorado de Newmor. El sobre de la barra es de Cosentino, iluminado por lámparas colgadas de Faro.
La iluminación está diseñada para crear ese ambiente íntimo, doméstico y sensual y a la vez permitir la versatilidad de su uso.
Carriles con proyectores spot, focalizan la luz ahí donde queremos: sobre una de las mesas de media altura o sobre las mesas bajas, ambas de Dadra, en el entorno de los sillones y sofás de Dutch Bone o sobre las litografías tangueras de Juárez Machado, situadas en las hermosas librerías lacadas en negro brillo.
Esos mismos proyectores de Nexia pueden reorientarse para iluminar una mesa corrida para unas reuniones de trabajo o a un ponente en una presentación de un producto.
Para marcar elementos lineales significativos del espacio, como son la barra, el botellero o las librerías se han empleado tiras led de Fullwatt-Ukai.
La pared curva de su fachada interna se viste con un cortinón a modo de telón de color rojo caldero en “onda perfecta”, textil de La Madrid. Cual telón de escenario simulado resulta, además de sugerente, útil para esos días donde el espacio requiere una distribución diferente, deslizándose por el carril oculto entre las molduras nos permite ocultar el mobiliario prescindible para el evento en cuestión.
La gran librería del muro de fachada, recuperada de la anterior decoración existente, la domesticamos llenándola de libros, elementos decorativos, pequeñas lámparas vintage y una chimenea de vapor de agua de Lumbre, que nos dice: “tómate otra más y disfruta”.
Cómodos sofás y sillones, combinados con mesas y banquetas a media altura y las banquetas altas en la zona de la barra, nos permiten encontrar el sitio adecuado para lo que venimos a hacer: beber, picar, charlar o leer. El objetivo: sentirte como en casa, bien atendido y escuchando buena música ambiente y, a veces, Jazz en directo.
El mes de febrero de 2021 abrió sus puertas el proyecto hotelero de obra nueva de Estudio b76 y Rahola Arquitecte: el Hotel Ocean Drive Madrid.
Se ubica en la Plaza de Isabel II, frente al Teatro Real, en el solar donde en en 1918, el Arquitecto Teodoro Anasagasti construyó uno de los cinematógrafos más sublimes de su época, tristemente demolido en 1964 y finalmente sustituido en 1998 por un edifico que albergaba multicines.
Tras la demolición de los multicines, se plantea un proyecto de arquitectura equilibrada y respetuosa con el entorno sin renunciar a su contemporaneidad.
Los muros de fachada, al igual que el resto de la obra, es construcción en seco. Se ha empleado el sistema Hidropanel dePromat y acabado mediante fachada ventilada de piedra natural Cenia instalada por Marmoles Tarragona sobre sistema de soporte de Baff System. Representa la más alta tecnología en lo que se refiere a su sistema constructivo y a sus características térmicas y acústicas. Su acabado pétreo se integra perfectamente con los colores de los edificios del entorno, cremas, beige, tierras, ocres.
El despiece de sus huecos verticales y su rítmico ligeramente variado en cada planta, marca la nota musical con la que dialoga con el imponente Teatro Real y cierra la fachada de la plaza.
Rodeado de edificios residenciales construidos principalmente a principios del siglo XX y finales del XIX, respeta las alturas de cornisa y la marcada personalidad de los huecos verticales de esos edificios, de muro de carga en su fachada, típicos de aquella época. La cubierta es de material tradicional de Zinc a junta alzada de VMZinc.
En nuestro caso no obstante, el concepto estructural contemporáneo del edificio no se disimula, creando una planta baja en voladizo, acristalada y diáfana y mostrando claramente el lenguaje de “piel de piedra” que lo reviste.
En palabras del arquitecto Carlos Hdez-Carrillo Lozano: “Es una arquitectura que huye de personalismos, prefiriendo participar de la ciudad antes que competir con ella”. El alzado principal cierra como hemos descrito la plaza de Isabel II, pero en su planta baja, la masa edificada se retranquea tres metros, dándonos la bienvenida, cubriéndonos de la lluvia y el sol. Allí, una fachada totalmente acristalada nos muestra con promiscua transparencia lo que sucede en su interior, penetrando nuestra mirada hasta el patio del fondo, auténtico pulmón y remanso de paz para un entorno urbano denso e incansable.
Ese patio interior, auténtico vergel mediterráneo, es hogar entre otras muchas especies vegetales, de un bellísimo Liquidámbar de diez metros de altura que con el transcurrir de los años cubrirá con sus bellas hojas de tonos verdes, ocres y rojizos los otoños de este auténtico oasis en el centro de Madrid, haciéndose visible desde la castiza Costanilla de los Ángeles.
En contraste con la fachada en piedra Cenia, una empalizada de listones de madera tecnológica modelo Anapurna de Tarimatec se convierte en tamiz de nuestro patio ajardinado con la calle Costanilla y con la medianera del edificio colindante.
72 habitaciones se reparten desde la planta primera a la cuarta, esta última retranqueada, permitiendo que estas habitaciones disfruten de una terraza frontal con vistas al Teatro Real, autentico salón exterior amueblado con piezas de Kettal
Las habitaciones funcionan como palcos hacia la Plaza de Isabel II o hacia el propio patio ajardinado, corazón verde del hotel OD Madrid.
El diseño de estilo nórdico, está inspirado en otros hoteles de la cadena OD existentes en Ibiza, Mallorca y Barcelona, es elegante, cálido gracias a la chapa de madera de Finsay con todas las comodidades para los huéspedes. Se amuebla con piezas de diseño icónico y otras realizadas ex profeso para este establecimiento.
El baño, con plato de ducha de carga mineral de Hidronatur, sanitarios de Duravit y grifería de Gessi, se incorpora al espacio de la habitación. Todo queda invadido de luz natural que penetra por los huecos de fachada a través de la carpintería de aluminio Technal, modelo Soleal FY 65 hoja oculta, rasgados de suelo a techo. Tan solo el espacio reservado al WC se privatiza.
La iluminación técnica, cuidada hasta el detalle, se resuelve con modelos de HER, tanto para downlights como para tiras de led, siempre cálida, dominando el ámbar, acompañándola por diferentes lámparas decorativas y resto de la decoración elegida por el equipo de interiorismo de OD capitaneado por Andrea Verges en colaboración con Rahola y Estudio b76.
El edificio con sus más de 3000m2 construidos, consiste en dos plantas sótano destinadas a aparcamiento, cuartos de instalaciones y de servicio, planta baja con un gran espacio diáfano que funciona como recepción, bar y restaurante volcado tanto a la Plaza de Isabel II como al patio ajardinado y servido desde la cocina industrial, parcialmente vista situada en la misma planta, cuatro plantas de habitaciones y una planta de azotea donde se sitúan cuartos de instalaciones y un solárium con piscina y unas increíbles vistas de las cubiertas del barrio de Opera de la capital madrileña.
La estructura sobre la que se soporta el edificio es fruto de las necesidades de las diferentes funciones de cada planta. Así como para sótanos y baja necesitamos luces amplias que gracias a las grandes vigas de hormigón armado, hagan cómodo el aparcamiento y el espacio diáfano del lobby, para plantas de habitaciones lo que no queremos es tener estructura en mitad de las mismas o pegadas a los tabiques de separación. En estas plantas la solución estructural es una palillería metálica ligera capaz de quedar embebida en el espesor de la fachada o de los dobles tabiques acústicos entre habitaciones.
El procedimiento de contratación a través de Akko Building fue mediante “open book”, sistema por el cual el promotor, en este caso White Land Investments, tiene acceso en todo momento a los costes de obra.
Este procedimiento de contratación y la alta calidad de definición del proyecto, logró el cumplimiento de unos plazos muy exigentes de obra, catorce meses, y un coste perfectamente controlado en cada momento.