En este sentido, Estudio b76, no quiso perderse la oportunidad de involucrar a “sus más pequeños” en una iniciativa tan positiva por lo que de didáctico tiene para los niños… y para los padres. Es una forma divertida de introducir al profano, grande y pequeño, en la arquitectura y el urbanismo que acaban definiendo los espacios de nuestra ciudad. La capacidad de generar «arte» que tienen los niños, más cuando hay una brillante idea detrás, es muy estimulante para ellos.
El resultado final, fruto del granito de arena que cada niño de muy diferentes edades aportó, fue una maravillosa ciudad de una fuerza plástica, de color y conceptual sorprendentes, toda ella construida con materiales provenientes del reciclado, concienciando a los más pequeños de la «segunda vida» que los objetos cotidianos pueden llegar a tener.
Inés Leal, Vocal de la Junta de Gobierno del COAM y Carlos Hernández-Carrillo, socio director de Estudio b76.
¡Qué afortunados podríamos sentirnos si esa ciudad en miniatura se convirtiera algún día en nuestro espacio de vida y convivencia, en nuestra futura ciudad!
Felicidades a Inés Leal, a todos los voluntarios y, cómo no, a todos los pequeños que convertisteis esta actividad en un sueño tangible construido en nuestra Nueva Sede.